20.11.09

“Continuatum chupandus est”

Por estos días Maradona fue sancionado por la FIFA por los exabruptos después del partido con Uruguay y al mismo tiempo leía en Moleskine literario que aparentemente Maradona es un entrenador que maneja una intertextualidad con los clásicos latinos que da miedo y deja chiquito a los oportunistas periodistas de turno. Aparentemente la famosa frase que gritó a los periodistas luego del triunfo sobre Uruguay, que clasificó con miedo a Argentina al Mundial Sudáfrica 2010, es una cita textual de Cayo Salustio Crispo. Ni más ni menos. Dice la nota -crípticamente titulada "A Maradona le tirás un libro y te lo devuelve redondo" - en Crítica Digital:

Si bien [...] Maradona mantiene un silencio piadoso alrededor del tema, parecería ser que el Diego leyó al historiador romano Cayo Salustio Crispo. La sospecha nace de la relectura de un texto de este discípulo del griego Tucídides. Se trata de Bellum Caesarium (Las Guerras del César) donde el siempre puntilloso Cayo Salustio Crispo describe los desencuentros de Julio César con el senado romano. En uno de los momentos culminantes de esta obra histórica, Gayo Salustio muestra a un Julio César exultante tras la victoria sobre Vercingetorix en las Galias. Mirando hacia el sur, el César declama: “Los del Senado, que la sigan chupando”. Cayo Salustio nada dice de la respuesta senatorial aunque es posible suponer que las palabras del César no cayeron muy bien. Obviamente, Maradona intentó hacer un paralelismo de carácter intertextual con el líder romano que los periodistas deportivos no supieron o no quisieron captar en su habitual desinterés por los textos clásicos del período latino. Lo dicho: “Continuatum chupandus est”.

Hasta acá todo bien pero aparentemente el diez va por mas, el Profe Signorini, uno de sus ayudantes también lleva la costumbre de los libros a los futbolistas de la Selección. “Es un aporte, un poco para que algunos dejen la PlayStation. Y además intento meterles una basurita en el ojo”, explica el preparador físico. A Carlos Tevez le regaló Las fuerzas morales, obra emblemática de José Ingenieros. Días después, en Ezeiza, se alegró al verlo llevar el libro con él. Porque no sólo de fútbol se habla en esas largas charlas de concentraciones. Una noche, Signorini se trenzó en una discusión sobre la existencia de Dios con Gabriel Heinze y Javier Mascherano. Fueron horas en las que el profe, como lo llaman todos, les habló de su ateísmo, las injusticias de este mundo, la hipocresía de la Iglesia. –Eso es cosa de los hombres, fueron ellos los que hicieron el daño –intentó Heinze, en defensa de Dios. No hubo caso. Signorini insistió pero se hizo tarde. A los pocos días, Heinze y Mascherano tenían algo para leer: Por qué no soy cristiano, de Bertrand Russell, que de Jesús y el Infierno escribió: “Ninguna persona que sea profundamente humana puede creer en un castigo eterno”. Imagino estas discusiones entre los muchachos y la verdad es que no me gustaría contradecir al gringo Heinze en cuestiones teologicas, a la mínima de cambio te va una patada a los dientes...

Para terminar una buena convergencia del Diez.
Maradona vs. Belgium (June 13, 1982)

Unknown Man vs. Red China (June 5, 1989)

13.11.09

River of Time

1. La semana pasada termine de leer "River of time: A Memoir of Vietnam and Cambodia" del periodista ingles Jon Swain lo cual confirma nuevamente que la literatura que mas disfruto es la No-ficcion. Este ano he leido cronicas excepcionales tales como "Imperio" de Kapuscinsky o los "Cuadernos de Sarajevo" de Goytisolo sin poder dejar de mencionar "Una luna" de Caparros ya que este ultimo me encontre ligado emocionalmente ya que Caparros describe en detalle su paso por Kapiri Mposhi, en Zambia y por Monrovia, en Liberia.

2. El libro de Swain es en cierta forma distinta porque mas alla de una detallada cronica como era la vida de la indochina en los anos 70 vista a traves de los ojos de un corresponsal de guerra es un libro que el tipo necesitaba escribir para exorcisar todos sus fantamas y tratar, al menos, de hacer las paces consigo mismo. Las experiencias que Swain describe en detalle lo convirtieron en leyenda, especialmente el haber vuelto a Phnom Penh justo horas antes de la caida en manos de los Khmer Rouge y describir en detalle el exodo de mas de un millon de personas de la ciudad hacia el campo donde luego moririan ejecutados o de hambre. El deseo de aventura en Swain pasa desde enrolarse en la Legion Extranjera o cubrir la revolucion en Eritrea donde fue capturado por los rebeldes y ser liberado despues de meses de captura hasta decidir irse a vivir a Saigon en plena guerra y decribir en detalle los crimenes cometidos por ambas facciones en Viet Nam

3. El rio Mekong es una metafora central en el libro, una poderosa barrera entre la vida y la muerte en esta parte del mundo. Swain describe el rio con amor y belleza pero al mismo tiempo cuenta como la correntada arrastraba los cuerpos de las victimas. Con la ciudad de Phnom Penh casi en manos de los Khmer Rouge, los periodistas iban al frente de batalla por la manana mientras que por la tarde tomaban aperitivos al borde la piscina, visitaban burdeles y fumaban opio. Con respecto a las fumerie transcribo un pequeno parrafo

"With opium, our inner thoughts took wings. And it turned out that for most of us the enemy was not the deadly carnage in the Cambodian fields but the tedium of life itself; especially the perceived dreariness and conformity we had left behind in the West, to whose taboos and musty restrictions we dreaded having one day to return. During the day we might have experienced terrifying incidents and made life-and-death decisions as to were to go, and how long it was wise to stay on a battlefield. But the war also provided us with a certain freedom, which is why we liked being here. We felt we had broken loose and were accomplices in an escape from the straitjacket of ease and staid habits.

Lying down and smoking, eyes closed, we were scarcely aware of the outside, even when, through the open window, an occasional flash and boom of artillery reminded us of the battles raging in the countryside. Later on, when the American B52 carpet-bombing came closer to Phnom Penh, we would feel a sullen rolling vibration as though we were on the periphery of a great earthquake. The whole house quivered. Yet, thanks to the soothing balm of the opium, I recall a strange, almost childlike, satisfaction, a feeling of absolute content in the mysterious certainty that we were utterly secure where we lay. Then at some stage, at two or so in the morning, our thoughts drifted away and we sank into an ocean of forgetfulness. Time did not exist in the limbo of the fumerie."

4. Ahora que Swain tiene una honorifica carrera de periodista se encuentra todavia a si mismo intoxicado de Indochina, el lugar que ama pero a la vez un lugar extremadamente cruel y tragico en el que todavia el rio Mekong agita sus turbulentas aguas.

1.11.09

Dimanche

Hoy pase la tarde en el Pompidou frente a las mas grandes obras del arte moderno y una vez mas tuve que enfrentarme a mis propios prejuicios. Sin lugar a dudas el mejor momento del día fue el encontrarme cara a cara con la Fountain firmada por "R. Mutt" con la que Marcel Duchamp se transformo en uno de los mayores iconos del arte moderno y me acorde lo que escribí hace unos anos cuando trabajaba en los campos de refugiados del norte de Uganda.






...."La historia del arte es lo que queda de una época en un museo. Pero en el fondo no es obligatoriamente lo mejor que había en esa época y en el fondo se trata sólo de la expresión de mediocridad "....
Probablemente ningún artista ha influido tanto en el arte de nuestros días tanto como Marcel Duchamp. De hecho, el señor es un mito dentro de los territorios del arte y la Fuente un sencillo urinal de porcelana es como la pieza clave de toda la transformación del arte del siglo XX.La obra fue expuesta por primera vez en el Salón de Artistas Independientes de 1917 en Nueva York. La exhibición neoyorkina pretendía ser una muestra de arte que mostrara lo más novedoso y vanguardista de principios de siglo XX. Sólo una condición era necesaria para participar en la mentada exhibición, pagar $ 6.00 Dlls.. Duchamp los pagaría y entró en la exhibición bajo un pseudónimo.
La pregunta que probablemente nos estemos haciendo es ¿cómo se salió con la suya?Ahora, sí consideramos una de las premisas fundamentales del arte que dice nada es por accidente, con Duchamp es más que cierta. Entonces nos enfrentamos ante un tipo de obra totalmente diferente, un objeto que va mucho más allá de la destrucción propuesta por los dadaístas.La obra no puede ser evaluada desde sus cualidades de forma, tampoco podemos evaluarla desde el punto de vista de la técnica, ya que Duchamp ni siquiera supervisó su construcción, ni escogió el color, ni el modelo, nada de nada, sólo llama a la tienda y pide un mingitorio.La cuestión va por otro lado. El espectador normal, incluyendo también al espectador siglo XXI con su mirada posmoderna y abierta del mundo globalizado, que igual ve al Gran hermano emocionado, llora cuando cazadores despiadados matan focas en el ártico en el Animal Planet o que considera a Canal A como el canal cultural por excelencia, éste también encuentra en la obra trasgresiones a sus convencionalismos tradicionales y casi lo podemos oír gritando un sonoro ¿What?
La pieza así expuesta representa todo un desafío, por lo que el punctum de la obra está en la actitud de Duchamp, no en la forma, de hecho no se necesita el mentado urinal para hablar de la obra, uno puede fácilmente imaginarlo o visitar el baño de hombres más cercano. Obviamente, la obra no es visualmente atractiva pero sí es intelectualmente artística y provocadora.
La obra es una provocación continua desde la primera vez que fue expuesta en 1917 por escasos dos días y la provocación ha trascendido hasta nuestros días. Irrita sobremanera a la tradición cristiano - humanista que siempre ha querido encasillar lo que es arte. Con esta obra se plantean preguntas importantes en la producción del arte: ¿Quién realmente tiene el criterio para determinar lo que es arte? y ¿cómo se determina lo que es arte?.



Lo que están viendo no es mas ni menos que mi contribución al arte moderno, no lo evalué desde el punto de vista técnico, solamente lo que yo hice fue concurrir a mi lugar de trabajo y preguntar que es ese armatoste blanco parado al lado de la consulta a lo me respondieron, "la ambulancia , por supuesto" a lo cual agregaron, eso sí, debe venir el familiar con la bicicleta porque este centro de salud no tiene movilidad propia.

Después de pensar un largo rato en Duchamp, la bicicleta que tienen que traer los familiares, la ambulancia y como transformar el arte moderno del siglo XXI se me ocurrió compartir con ustedes lo novedoso, vanguardista, intelectualmente artístico y provocador que puede ser trabajar de médico en áfrica.